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Este pequeño pueblo costero es perfecto para aquellos que buscan unas vacaciones relajadas en un ambiente pintoresco y auténtico.

L'Ametlla de Mar, mi refugio junto al mar. No puedo imaginar este lugar sin la compañía de algo tan extraordinario como el mar, especialmente el mar Mediterráneo. Su presencia es imprescindible en mi vida, y cada día me maravillo con su belleza.

La costa se extiende a lo largo de 14 kilómetros, y cada rincón es un regalo para mis sentidos. Los imponentes acantilados me invitan a recorrerlos, mientras descubro las maravillosas calas que se esconden entre las rocas y los pinares. El agua cristalina, de un azul intenso y transparente, me invita a sumergirme en su frescura y a disfrutar de su serenidad.

Aquí puedo encontrar una variedad de calas que se adaptan a mis preferencias. Algunas están cubiertas de arena fina y blanca, creando un ambiente tranquilo y relajado. Otras combinan la arena con las rocas, creando rincones más salvajes y auténticos. Sea cual sea la cala que elija, siempre encuentro paz y calma lejos de las multitudes.

Pero no solo el mar es el protagonista en l'Ametlla de Mar. Su gastronomía es otro tesoro que no puedo ignorar. El pescado y marisco fresco que se captura en estas aguas es de máxima calidad, y los restaurantes de renombre internacional son una invitación irresistible para los amantes de la buena mesa. Cada bocado es un deleite para mis sentidos, y puedo saborear la esencia de este lugar en cada plato.

Una de mis actividades favoritas es explorar las rutas naturales que ofrece l’Ametlla de Mar. Puedo iniciar mi recorrido en la playa del Alguer y seguir un sendero que coincide con los caminos de ronda de la zona. Esta ruta de baja dificultad es perfecta para disfrutar en familia, mientras nos refrescamos en las calas solitarias que encontramos en el camino. La combinación del paisaje terrestre y marino crea una belleza única que me invita a sumergirme en este entorno natural.

La distancia que separa l’Ametlla de Mar y l’Ampolla es de 16 kilómetros, y cada vez que recorro ese trayecto, siento que estoy dejando atrás un pequeño paraíso para descubrir otro. Cada lugar tiene su encanto particular, pero mi amor por l’Ametlla de Mar y su mar eterno nunca disminuye. Es mi refugio, mi escape y mi hogar junto al mar.

L'Ametlla de Mar es conocido por sus playas de arena dorada y aguas cristalinas. Si eres un amante del mar, podrás disfrutar de diversas actividades acuáticas como el snorkel, el buceo y el kayak. Además, si te gusta la pesca, tendrás la oportunidad de participar en excursiones de pesca en alta mar.

En el pueblo también encontrarás una gran variedad de restaurantes que ofrecen platos típicos de la región, como el famoso arroz negro o la fideuá. Y si quieres llevar contigo un pedacito de l'Ametlla de Mar, no puedes dejar de visitar su mercado de productos locales, donde encontrarás frutas, verduras y mariscos frescos.

Cobertura en: el Perelló, Tivissa, Vandellòs i l'Hospitalet de l'Infant.