Tarragona fue fundada por los romanos hace más de 2000 años, y todavía se pueden ver restos de la antigua ciudad romana en diferentes lugares de la ciudad. Uno de los lugares más impresionantes es el conjunto arqueológico de Tarraco, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En este lugar se pueden ver restos de la muralla, el anfiteatro, el circo romano y el teatro romano, entre otros.
Pero Tarragona no es solo historia y cultura, también cuenta con una amplia variedad de playas de arena dorada y aguas cristalinas.
Es una ciudad que lo tiene todo: historia, cultura, playa y gastronomía. Es un destino ideal para aquellos que buscan unas vacaciones en la costa catalana con una gran variedad de actividades para todos los gustos.
Tarragona, ¡qué provincia tan maravillosa! He tenido la suerte de explorar sus encantos y descubrir todo lo que ofrece. Desde el primer momento en que llegué, me cautivaron sus hermosas playas y su puerto, que destaca como uno de los más importantes de Cataluña y el Mediterráneo.
Decidí aventurarme aún más y visitar Port Aventura en Salou, un parque temático que me dejó sin palabras. Fue una experiencia emocionante llena de diversión y entretenimiento. Además, pude disfrutar de la animada vida cultural de la provincia, con congresos internacionales y ferias que atraen a personas de todo el mundo.
Pero lo que realmente me enamoró de Tarragona fue su riqueza histórica y su patrimonio artístico. Recorrer los pueblos y municipios fue como viajar en el tiempo, sumergiéndome en la auténtica tradición mediterránea. Cada lugar tenía su propio encanto y su historia única. Encontré monumentos romanos impresionantes, como el Anfiteatro, que me transportaron a la época de la antigua Tarraco. Las playas de arena fina y la luz cálida del sol me invitaban a relajarme y disfrutar del paisaje.
Pero Tarragona no se queda solo en su pasado romano. Conserva un patrimonio medieval muy valioso, encabezado por la majestuosa Catedral. Sus calles empedradas y edificios antiguos contaban historias de épocas pasadas, y me sentí afortunado de poder ser parte de ese legado.
La provincia también me sorprendió con sus paisajes naturales. La campiña interior era un deleite para los sentidos, con sus hermosos paisajes y vistas panorámicas. Y por supuesto, las playas bañadas por el Mediterráneo eran simplemente paradisíacas. Las aguas cristalinas y la suave arena me hicieron sentir como si estuviera en un verdadero paraíso.
Tarragona es una provincia que lo tiene todo: historia, arte, arquitectura, gastronomía y naturaleza. Cada rincón es una oportunidad para sumergirse en la rica cultura mediterránea y disfrutar de experiencias únicas. Me fui de Tarragona con el corazón lleno de recuerdos inolvidables y el deseo de regresar pronto para seguir explorando sus maravillas.
Cobertura en: Tamarit, La Campsa, Els Boscos de Tarragona, Cala Romana, Altafulla, la Riera de Gaià, Constantí, el Catllar, Vila-seca, Torreforta, Sant Pere i Sant Pau, Bonavista, els Pallaresos, Reus, la Canonja, Sant Salvador, L'Arrabassada i la Savinosa, Els Montgons, Monnars.